martes, 26 de febrero de 2008

Una racha, una buena dinámica, un buen estado de ánimo, y mucha esperanza

Cuarta victoria consecutiva del Racing en lo que va de segunda vuelta y mejor racha de la temporada. Esta vez la víctima de los racinguistas fueron el IPSE, el típico equipo de media tabla. Los de la Creueta golearon 5-2 y no dieron opción a los de l’Eixample, que dieron muchas más facilidades que en el partido de la primera vuelta.

El Racing se adelantó rápido en el marcador, gracias a un gol de Óscar después de que Víctor recuperara un balón en campo rival y Jordi cediera para que el nueve del Racing no perdonara. Los racinguistas tenían el partido controlado en todo momento y su marcador no peligraba, y todavía menos cuando Monra daba una genial asistencia entre dos defensa en un saque de banda y Óscar de nuevo remachaba a la red. Este gol era la recompensa al fútbol control y con sentido que el Racing lleva desenvolviendo desde que se inició la primera vuelta. Y antes del descanso Monra sentenciaría prácticamente el encuentro con un fuerte chut desde la frontal después de un amago.

Para que los fantasmas del pasado no volvieran a planear sobre la Creueta, los racinguistas tenían que buscar un gol tempranero en la segunda parte que matara definitivamente al IPSE, y así fue. Víctor, solo en contrataque, fusilaba al portero. Pero el recital goleador no terminaba aquí, ya que Guillem, pocos minuos después, hacia lo propio y endosaba la manita al IPSE. Cinco goles que se vieron maquillados al final del partido con dos tantos en sendos contragolpes, pero el resultado nunca peligró para los locales.

Dicen que el fútbol son estados de ánimo. Quizás, en cuanto a diferencia de puntos se refiere, el Racing no puede soñar en nada; pero si nos fiamos más de las dinámicas y comparamos la del equipo con respecto a los tres de arriba, los de la Creueta todavía tienen una pequeña puerta abierta a la esperanza. No están muertos.

lunes, 18 de febrero de 2008

Tres puntos con el fusil desviado

John Wayne era certero con su fusil. Buffalo Bill no dejaba ni un bravo en pie mientras pasaba por los oestes norteamericanos a través de esos rápidos ferrocarriles de la época. El Racing no es ni uno ni otro, es todo lo contrario. Los racinguistas son la mayor escopeta de ferias que el mundo ha visto nacer. El saábado pasado, en una nueva victoria por la mínima y en el último minuto, los de la Creueta volvieron a tener infinidad de ocasiones y un par de postes que pudieron evitar el sufrimiento final. Pero entre tanto disparo fallado se consiguieron tres puntos vitales que dan mucha vida al Racing.

Los de la Creueta visitaron el campo del Logaprom con el total convencimiento de que la victoria era más que posible, pero el camino hacia ella no fue un camino de rosas, en parte porque los racinguistas visitaban a los de Badalona con solo un cambio, hecho que provocó que, sobre todo en la primera parte, los visitantes se dosificaran en ciertos momentos del partido.

El primer gol llegó cerca del minuto 10 de la primera parte, después de que Jordi empalmara en semi-fallo un balón muerto en la frontal que un defensa del Logaprom desvió hacia la red. Este gol, que abría la lata, parecía ser el primero de muchos, pero no fue así. Los de la Crueta fallaron numerosas oportunidades y esto lo aprovechó el Logaprom para poner el empate en el marcador mediante un buen gol de falta, con la ayuda de los racinguistas, que colocaron mal la barrera.

En la segunda parte el partido tuvo más intensidad y el Racing siguió fusilando la porteríka rival sin tener suerte. Los locales también dispusieron de buenas ocasiones, aunque no tan numerosas, y llegados al minuto 12 Óscar, en contraataque, no fallaba delante del portero. Pero el Logaprom respondió rápido a este tanto, y cinco minutos después ponía el empate, de nuevo, en el resultado. Quedaban poco más de cinco minutos y el Racing fue a por la victoria sin paliativos. Tanta insistencia tuvo premio, ya que a falta de dos minutos para el final, un jugador del Badalona fue expulsado por doble amonestación y los locales se vieron obligados a jugar con cuatro. No desaprovechó el Racing tal situación y Víctor, a menos de un minuto para la finalización del encuentro marcaba el gol de la victoria de un fuerte chute a la escuadra desde dentro del área. El resultado no se movería, aunque en el tiempo que restaba ambos equipos pudieron marcar.

El Racing ya lleva tres victorias consecutivas, lo que le permite seguir escalando posiciones en la tabla clasificatoria. ¡Que siga la racha!

martes, 12 de febrero de 2008

El día que volvió el Racing ganador

Hacia tiempo que el Racing no jugaba con tanto oficio como lo hizo el sábado pasado en el campo del CMX. Los de la Creueta cosecharon una victoria merecida y trabajada en un partido bastante duro que terminó jugándose con tan solo ocho hombres sobre el campo.

Todo le vino de cara a los racinguistas, ya que cuando no se llevaba ni un minuto jugado de la primera parte, Víctor enganchó un chute cruzado marca de la casa que puso el 0-1 en el marcador. Pero este gol no echó atrás a los visitantes, que siguieron buscando otro tanto que les diera mayor tranquilidad. El juego se sucedía rápido y sin tiempo para pensar, hasta que cerca del minuto 10 el CMX puso el empate en el marcador. Pero la reacción del Racing no se hizo esperar, y antes de terminar la segunda parte los visitantes cogían una amplia ventaja gracias a dos goles de balón parado, primero Chinche de penalti y luego Guillem de estupenda falta, y otro más de Óscar al filo del descanso.

En la segunda parte el CMX tomó el mando del partido. No quería dejar escapar los tres puntos contra un rival directo en casa y lo intentó de todas formas. Pero fue el Racing, en una jugada aislada, quien sentenciaba el partido después de que Óscar cediera una fantástica asistencia a Jordi entre dos defensas y este driblara al portero. A partir de este punto, el partido se calentó y el CMX avasalló la portería rival de tal manera que consiguió maquillar el resultado y poner el 3-5 en el marcador. Aunque en ningún caso el partido peligró para los racinguistas, que defendieron con uñas y dientes un resultado que confirma una dinámica ascendente.

La próxima jornada el Racing vuelve a jugar a domicilio. Esta vez ontra el Logaprom, un rival de la zona baja pero que puede dar problemas. Veremos si se sigue confirmando la supuesta recuperación de los de la Creueta.

viernes, 8 de febrero de 2008

¿Una victoria más o el inicio de una dinámica positiva?

Si uno hubiera visto el calentamiento del Racing el pasado sábado en la Creueta, hubiera apostado a todo o nada que ganarían. Y es que la actitud de los racinguistas fue, desde un inicio, la que se ha echado a faltar en muchos partidos de lo que llevamos de campeonato.

Llegaba el Spínola con un solo cambio, factor que condicionó todo el partido, ya que los visitantes apostaron por no arriesgar y esperar el error del Racing. Pero los locales no cometieron tantos errores como es común. Defensivamente hablando, claro. En ataque la historia fue la de siempre. Infinidad de ocasiones perdidas, un par de palos…y mucha insistencia sin resultados.

El primer gol llegó casi a los veinte minutos de juego, después de que Alberto enganchara un chute seco desde la frontal del área que entraba rozando el palo. De esta manera, el Racing se iba al descanso con numerosas ocasiones, un juego bastante bueno y un gol de renta. En la segunda las oportunidades prosiguieron, el juego empeoró y el gol lo pudo igualar el Spínola después de una pérdida de balón en defensa, el único fallo en todo el partido. Quedaban entonces quince minutos y los locales sabían que este partido no se les podía escapar, por ocasiones y porque del resultado de este dependía su porvenir. Cuestión de vida o muerte. Y la diosa fortuna decidió a favor de los locales, ya que en el minuto 15 Jordi remataba el balón a la red después de una pared con Tete Monra. De esta manera, el Racing conseguía el 2-1, resultado que ya no se movería.

Empiezan bien los racinguistas la segunda vuelta. Veremos si ha sido un espejismo o se trata del inicio de una dinámica ganadora.

jueves, 7 de febrero de 2008

Si quieren, pueden...pero...

Segundas partes como las que jugó el Racing el miércoles en casa de la Barceloneta son dignas de ser grabadas en vídeo. Pero, en cambio, la primera mitad, sobre todo defensivamente, merecen ser olvidadas o, en todo caso, recordadas para saber lo que nunca hay que hacer.

La Barceloneta se puso en los primeros diez minutos con dos goles arriba, después de un chute desde fuera del área y un balón robado en propio campo del Racing. Los visitantes tenían que reaccionar y, poco a poco, fueron acercándose a la portería local hasta que Albert Llimós consiguió marcar el primero para los racinguistas. Un gol que perdería todo su valor cinco minutos después, cuando la Barceloneta se aprovechó de un nuevo despiste defensivo para poner el 3-1 en el marcador. Restaban cinco minutos para el descanso y el resultado no se movió, aunque cabe destacar que el Racing tuvo ocasiones para hacerlo.

La segunda parte ya fue otra historia. El Racing salió a morir, y cuando menos se esperaba, en el mismo instante en el que jugó con cuatro por la expulsión de Víctor, consiguió acortar distancias después de que Jordi robara un balón en la medular, cediera a Chinchi y este no perdonara. Pero paradojas de la vida, cuando los racinguistas volvieron a jugar con cinco sobre el césped fue cuando la Barceloneta anotó el 4-2…..

(se me borró el final de la crónica. Ya sabéis, marqué y me expulsaron)