martes, 11 de diciembre de 2007

Remontada épica "en cuadro"

Pintoresco partido el que se presentaba el sábado pasado en la Creueta. El Racing contaba solo con cinco jugadores, uno de ellos lesionado y dos que volvían después de un mes. Un hecho que se notó y mucho en la primera parte. Pero después del descanso los racinguistas volvieron a sacar el coraje, la fe y la casta que habían olvidado los últimos partidos y consiguieron remontar el partido y sumar tres puntos que les permiten seguir enganchados a las zona alta d ela clasificación. Otro resultado hubiera sido morir en sus aspiraciones.

La primera parte fue un desastre para los locales. Sin un cierre natural, el Racing tuvo que improvisar distintas fórmulas que no surgieron efecto. Como consecuencia, el Montpelat ponía el 0-2 muy rápido en el marcador. Y, aunque pocos minutos después, Jordi marcaba el primer gol de los locales, el Montpelat volvía a mandar con un tercer tanto antes de finalizar el primer tiempo. Un desastre, pero…

…que tenía solución. Sabiendo los jugadores que no había cambios y que les iba la vida en este encuentro, decidieron dar lo máximo e intentar llevarse el partido. Así fue. El Racing mostró sus cartas en el segundo 14 cuando Joan ponía el 2-3 y hacía temblar al Montpelat. Y sucesivamente, gracias a un juego más en bloque y a una defensa más ordenada, fueron llegando el tanto del empate y de la remontada por obra de Chinchi y de Jordi, respectivamente. Cerca del minuto 15 los locales ya habían conseguido lo más difícil, pero en un error de marcaje cuando las fuerzas ya flaqueaban llegó el empate visitante. De inmediato la máquina racinguista volvió a funcionar y Joan y, de nuevo, Jordi, en dos perfectos contragolpes, ponían el 6-4. Parecía que el partido moriría así, pero una tangana arbitral de un jugador del Montpelat que fue expulsado dio vida al partido. Durante los dos últimos minutos los visitantes se volcaron a por el empate y sobre el pitido final maquillaron el resultado marcando el 6-5 definitivo.

Si se tratara de hacer un símil cinematográfico, estaríamos hablando de la película “Evasión o Victoria”. Un resultado adverso en el descanso, unos jugadores hundidos, una derrota que les dejaba ya sin aspiraciones…Pero este equipo cree y puede, y por muchas bajas que hubiera el Racing ganó y no tuvo que evadirse.

martes, 4 de diciembre de 2007

Las "tanganas" debilitan al Racing

Que el Racing no sabe jugar los partidos en los que hay “tangana” está más que demostrado. El pasado sábado se volvió a producir la enésima derrota de los racinsguistas después de calentar un partido que tenían más que remontado. ¿Pero por qué tantos conflictos últimamente? Bien, quizás un equipo en cuadro, la mala suerte y los árbitros estén siendo factores fundamentales.

El partido empezó con idas y venidas de los dos equipos y no había un claro dominante. Hasta que antes del minuto 10 el Catalonia se adelantó en el marcador gracias a un contraataque en el que Iván solo pudo recoger el balón de la red. El Racing no se amedrentó y buscó el empate con paciencia y con ganas, pero un nuevo contragolpe local puso el 2-0 en el marcador. Un resultado que se acortó antes del descanso, gracias a una falta inexistente que el “Tete” Monra colocó por debajo de las piernas del portero.

Salió el Racing con mucha fuerza y motivación en la segunda parte, y durante los diez primeros minutos no hizo otra cosa que intimidar la portería del Catalonia, hasta que en el 12, unas supuestas manos del portero rival fuera del área y una agresión exagerada por parte de Albert Llimós marcaron el rumbo del partido. Con el libre directo, Víctor conseguía el empate a 2, pero las consecuencias que trajo la agresión no fueron nada positivas para los visitantes, ya que no saben jugar estos partidos y siempre pierden los papeles. Por eso, acto seguido del gol que ponía las tablas en el marcador, el Catalonia se volvía a adelantar. En este punto, el partido se fue de las manos del árbitro, que acabó expulsando a Víctor, perdonó la roja a Llimós, pero también al pívot del Catalonia, que exageró faltas y faltó al respeto de la afición con sus grotescas celebraciones que solo ayudaron a calentar todavía más el partido.

Los últimos cinco minutos del encuentro ya no existieron, porque ambos equipos estuvieron más pendientes de la “tangana” que del partido, hecho que permitió a los locales poner el 6-2 en el marcador. Un resultado que no refleja en absoluto el partido que se vio en la Escola Industrial hasta el minuto 10 de la segunda mitad. Por su parte, el Racing debe aprender a jugar estos partidos y sacar la casta en el campo en forma de goles.