martes, 30 de octubre de 2007

Tres puntos en el marcador y cero en el juego

Mal partido del Racing contra un inferior Logaprom que se creció por dos claros factores: la confianza extrema y anticipada de los racinguistas y su mala salida del balón bajo presión. Todo ello llevó a los locales a realizar un pésimo encuentro en el que solo se salvó el resultado.

No habían pasado ni dos minutos que Jordi ya había puesto el 2-0 en el marcador. Todo indicaba que los racinguistas golearían al Logaprom, pero la historia fue otra. Los de Badalona creyeron en sus posibilidades a la vez que los de la Creueta confiaban en una victoria fácil. De esta manera, llegó el 2-1 y el toque de atención para los locales, que respondieron con tres goles con algo de suerte antes de que llegara el descanso (Chinchi de penalti, otro en propia puerta después de un córner picado por Teti, y un tanto de Soler con extrema ayuda del portero). Pero estos goles no escondieron el mal juego del Racing, que recibió un segundo tanto debido a otro desconcierto defensivo.

En la segunda parte se acrecentó el mal juego racinguista, ya que los de Badalona presionaron la salida del balón y crearon muchos problemas a los locales, en parte debido a la falta de cierres, ya que Víctor sigue lesionado y Albert Llimós no pudo jugar. Por lo tanto, lo mejor de todo fue el resultado final., poniendo Guillem y Joan el 7 a 3 en el marcador.

domingo, 21 de octubre de 2007

El Racing de Doctor Jekyll y Mister Hyde

La famosa obra de R.L Stevenson como el símil perfecto de lo que fue la segunda victoria del Racing, la primera en casa, frente al CMX 1904. La obra tuvo dos actos: el primero fue representado por el Racing del Dr. Jekyll, ese que juega ordenado y con la cabeza, tiene salida de balón, le crean pocas ocasiones y marca goles; y en el segundo entró en escena Mister Hyde con constantes pérdidas de balón, mal posicionado sobre el campo, individualista y dejándose crear mucho peligro en su área. Eso fue, la primera y la segunda parte, respectivamente.

Empezó el partido con dos claras ocasiones de uno contra uno de Óscar que pudo salvar el portero, hasta que cerca del minuto diez Albert Llimós abrió la lata con una gran jugada individual por banda que acabó con el balón en el fondo de la red. En esos instantes el Racing creaba peligro y movía muy bien la pelota. Luego, como consecuencia de este buen juego, llegaron, de jugada trenada, el segundo y tercer gol, marcados por Monra y Joan, respectivamente. Así terminó la primera parte, y ahí desapareció el Racing del Dr. Jekyll. Bien, quizás fue en el primer minuto de juego de la segunda, cuando Jordi cruzaba un balón imposible para el portero al remachar un pase picado de Llimós.

A partir de ese insatante el partido enloqueció, en parte porque los racinguistas no supieron calmar un partido que ya tenían ganado. Aunque no hay que quitarle méritos a la reacción del CMX, que siempre intentó irse arriba y hasta creó numerosas ocasiones de gol, que una terminaría al fondo de la red, pero el tanto no subió al marcador por un supuesto juego peligroso del jugador rival sobre Ivan. Pero si algo demostró esta segunda parte es que a los racinguistas les cuesta mucho sacar el balón si les someten a una fuerte presión en su propio campo. Hecho que aún se acrecentó más debido a los malos cambios del entrenador, que situó durante casi diez minutos sobre el campo a los jugadores más individualistas del equipo, como son Monra, Joan, Chinchi y Soler, de los cuales ninguno es cierre natural.

En todo caso, dos actos para recordar, uno para saber cómo hay que jugar, y otro para pulir defectos. Y dos lesiones: la de Iván en el dedo en la jugada del gol anulado y la de Víctor, que no pudo jugar debido a unas molestias en los abductores cuando calentaba.

lunes, 15 de octubre de 2007

Un debut para confiar

Más que tres puntos significó la primera victoria del Racing en su debut liguero. El 2 a 3 obtenido en casa del Spínola da confianza a los hombre de Fernando, ilusiona a la afición y quita presión a un equipo por el que poca gente apostaba.

El partido empezó muy igualado entre los dos conjuntos. Transcurrieron unos primeros quince minutos con pocas ocasiones, pero con mucho control cerca de las áreas; hasta que la entrada del racinguista Albert Llimós rompió el partido. Llimós, con dos contragolpes idénticos, dio las asistencias al segundo palo, primero a Óscar y luego a Sergi. En menos de cinco minutos el Racing se ponía dos goles por delante, pudiendo sentenciar el partido en una clara ocasión de Óscar, que como en su tanto, remató solo en el segundo palo. Pero el Racing, históricamente destinado a sufrir, no pudo evitar que el Spínola, antes del descanso, anotara el gol que recortaba distancias desde un fuerte disparo que Ivan no pudo blocar al caerse al suelo.

La segunda parte empezó como la primera, con bastante control de ambos equipos, pero sin arriesgar. Y aunque el Racing se iba acercando poco a poco con la intención de matar el partido con un tercer gol, el Spínola daba algún aviso. Pero la suerte cayó del lado racinguista, que en el minuto diez, en una perfecta combinación de tiralíneas entre Soler y Jordi, que este último remachaba a la red, conseguían el gol que daba la tranquilidad. Tranquilidad que duró solo un par de minutos, cuando el Spínola, en la salida de un corner, recortaba distancias con un gol a la media vuelta que despistó a Ivan al tocar en la mano de Jordi.

En ese momento quedaban quince minutos para el final del partido, y mientras el Spínola pensaba en anotar el gol del empate, los de Fernando buscaban sentenciar el partido con el cuarto y definitivo gol. Pero el marcador no se movió, aunque pudo hacerlo, ya que ambos conjuntos tuvieron numerosas ocasiones bastante claras. Además, el árbitro pudo cargarse el partido, ya que castigó al equipo racinguista con un exceso de tarjetas amarillas.

Al final, victoria a domicilio del Racing con doble valor, ya que en el resto de enfrentamientos de la categoría se dieron cuatro empates, lo que le permite situarse colíder con otros dos equipos.