lunes, 31 de marzo de 2008

Un perfecto reloj que ya marca las siete...victorias

Ruud Gullit decía que “el fútbol es como un reloj: si se pierde una pieza todavía es bonito, pero ya no funciona igual”. El Racing, desde principios de temporada siempre se ha mostrado como un equipo atractivo, pero las piezas que lo formaban no encajaban a la perfección. Pero el pasado sábado, en la séptima victoria consecutiva, se demostró que los racinguistas empiezan a funcionar por automatismos, como un verdadero equipo. Un equipo que en la balsámica victoria contra el Catalonia consiguió, en el que quizás fue el partido más completo de la temporada, alzarse en la tercera posición de la clasificación. Sin duda, un gran golpe de autoridad para afrontar el tramo más decisivo de la temporada.

Durante la primera parte del partido se vio un mayor dominio de los racinguistas, que gozaron de las mejores ocasiones. Hasta dos palos, de Monra y Guillem estuvieron a punto de abrir la lata, pero no sería hasta el minuto 14 cuando Jordi armaba el contraataque solo, cedía para Óscar y este, solo ante el portero y con un gran pase, devolvía Jordi que marcaba a placer el 1-0 con baile del ChikiChiki incluido. Un tanto que recompensaba tantas oportunidades de gol abortada por los postes y el portero del Catalonia. El mismo, este último, que regalaría el 2-0 a los locales en una infortuna jugada, después de que no pudiera blocar una pelota fácil bombeada por Víctor desde medio campo. El Racing, a través de una buena defensa en bloque, un juego rápido arriba y una pizca de suerte conseguía ponerse con un marcador muy favorable antes del descanso. Aunque este resultado quedaría maquillado antes de finalizar los primeros 25 minutos, cuando el Catalonia materializaba un doble penalti.

La segunda parte tuvo un ritmo parecido al de la primera, aunque el juego estuvo muy trabado por los nervios de ambos equipos. El Catalonia aumentó su presión y se fue arriba, cosa que consiguió el Racing para salir a la contra. Pero el 3-1 llegaría en un bvalón robado por Jordi en medio campo, con posterior chute al palo, el tercero del encuentro, y rechace que recogería Guillem al borde del área para ajustar el balón al otro poste en un gran chute cruzado imposible para el portero. Corría entonces el minuto diez 7 de la primera, quedaba mucho partido, pero el encuentro estaba bastante controlado por los locales. Pero, como dicta la historia de este club, siempre toca sufrir, así que el Catalonia, a falta de dos minutos para el final puso el miedo en el cuerpo transformando otro doble penalti que, al final, no valió para empatar el partido.

Con esta victoria, el Racing demuestra que está en su mejor momento y que también puede ganar a los equipos de la zona alta de la clasificación. Como al Catalonia, un partido difícil que consiguieron vencer; aunque lo más complicado ha sido, hasta el momento, sumar siete de siete en esta segunda vuelta. Y todo gracias, no lo duden, al encaje de piezas y a la unidad del equipo.

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